Entretener a un niño no es precisamente fácil. Son pequeños, sí, pero llevan un ritmo que flipas. ¿Se te han agotado las ideas? Tranquilo, que en Bastardo Hostel no te dejamos tirado. Te traemos un buen puñado de planes cañeros y divertidos que puedes hacer bien cerquita del hostel, para que tengáis todos un invierno de los que dejan huella.
1. El Retiro
Ir al Retiro es un planazo de manual para cualquier niño… y para cualquier adulto que conserve un poco de dignidad madrileña. Porque seamos claros: todo madrileño que se precie ha pasado de pequeño sus fines de semana allí, ya fuera dejándose las rodillas patinando, remando como si no hubiera un mañana en las míticas barquitas o flipando con el espectáculo de títeres. Y oye, si sonaba la flauta, igual hasta caía alguna chuche de premio. Tradición pura.
Pero el Retiro no se queda ahí. Si quieres subir el nivel, también puedes enganchar alguno de los espectáculos que montan por el parque. Hay de todo y para todos los gustos; solo tienes que echar un ojo aquí, a la programación y fichar qué show y qué fecha te cuadran. Eso sí, vete preparado. Ponte un abrigo como Dios manda, bufanda bien apretada y guantes para no enterarte ni del aire ni del frío.
Te garantizamos que los niños saldrán encantados… y probablemente tú también. Que al final el Retiro tiene ese punto mágico que hace que, por mucho que crezcas, siempre quieras volver.
2. La cabalgata de los Reyes Magos
La cabalgata más bestia de Madrid arranca en el Paseo de la Castellana el día 5 de enero, aunque no os penséis que las demás son moco de pavo: hay mogollón repartidas por toda la ciudad. Id mentalizados, porque esto no es un paseo tranquilo, es una guerra en la que los caramelos son las balas. Traed casco… o al menos paciencia, porque os vais a cruzar con padres armados hasta los dientes con paraguas invertidos, auténticas máquinas de acaparar caramelos sin despeinarse. Y ojo, que también hay niños subidos en escaleras y algún que otro adulto rebuscando los caramelos que todavía no tienen dueño, como si fuera un botín de guerra.
Lo suyo es llegar con tiempo de sobra si queréis pillar sitio en primera fila y flipar de cerca con la magia de los Reyes Magos. Dicen por ahí que si te miran a los ojos, igual cae algún regalito sorpresa de última hora. Eso sí, no os paséis de listos y a la cama temprano que sus Majestades tienen faena y empiezan a repartir regalos en cuanto terminan el recorrido por Cibeles.
3. Circo de Hielo 2
El año pasado os recomendamos Circo de Hielo, y este año no podemos hacer otra cosa que recomendaros Circo de Hielo 2, porque cuando algo arrasa, se repite… pero mejorado y con más brillo. Y sí, vuelven por todo lo alto. Debido al éxito rotundo de la pasada temporada, este año vuelven con una versión aún más espectacular y sorprendente.
Este proyecto original, llega de la mano de Productores de Sonrisas, los creadores de movidas tan famosas como el Circo Price en Navidad o el Circo Mágico. Saben lo que hacen y lo hacen muy bien con ese puntito tan característico suyo.
Los niños flipan con los espectáculos sobre patines, y si encima le metes un circo que cuenta una historia de las que enganchan, el invento se convierte en un gancho perfecto tanto para niños como para no tan niños. En resumen: un plan redondo, con todos los ingredientes para dejar a los más pequeños encantados… y a los mayores, también.
Consigue tus entradas en su página.
4. Cibeles sobre hielo
Si hay algo que mola de verdad hacer en invierno, es ponerse los patines y deslizarse sobre hielo… y mola todavía más si lo haces en pleno centro de Madrid, en Cibeles, donde hasta el frío parece que posa para las fotos.
Esta pista es la favorita de madrileños y de guiris, y no es casualidad. Plantada en el corazón de la ciudad, te regala una experiencia de las que se quedan grabadas, rodeada de ese ambiente navideño que te mete en el mood al instante y con el Palacio de Cibeles vigilando la jugada como si fuera el guardián oficial de la Navidad madrileña. Eso sí, daos prisa, que solo está disponible del 13 de diciembre al 5 de enero. Consultadlo por aquí.
Además, es perfecta para familias. Tiene zonas pensadas para niños y para esos principiantes que pisan el hielo con más miedo que vergüenza, pero que acaban soltándose y pasándolo como enanos. Y como estás en pleno meollo, puedes marcarte el pack completo: patinar, darte un paseo hasta el Mercado de Navidad de la Plaza Mayor, picar algo, o seguir la ruta de luces y flipar con la Gran Vía vestida de gala.
Vamos, que más que una pista de hielo es un combo navideño para salir con las mejillas rojas, buenas fotos y mejor rollo.
5. Cortylandia
Regresa una nueva edición de Cortylandia, que ya va camino de los 46 añazos como quien no quiere la cosa. Este clásico navideño, que se viene haciendo desde 1979 en Madrid, vuelve a plantarse con un montaje totalmente nuevo, fiel a su tradición de no repetirse jamás. Y sí, es uno de esos planes que, si te lo pierdes, casi que mejor ni digas que pasaste la Navidad en Madrid.
Para que no te pierdas ni medio segundo del tinglao, aquí te dejo los horarios bien mascaditos:
Montan el espectáculo en la fachada del Corte Inglés de Preciados-Callao, en la Calle Preciados 3, en pleno centro de Madrid. De lunes a domingo puedes ir por las mañanas a las 12:00, 13:00 y 14:00 y por las tardes puedes acercarte a las 17:00, 18:00, 19:00, 20:00 y 21:00. Desde Bastardo Hostel, te recomendamos que vayas los días 24 o 31 de diciembre y el 5 de enero, que son los más cañeros. Eso sí, el último pase estos días es el de las 19:00 de la tarde. Por otra parte, los días sagrados son el 25 de diciembre y el 1 de enero. Aquí no hay función, que hasta Cortylandia necesita echarse una siestecilla.
Y ya sabes, cada pase dura 11 minutazos y es completamente GRATIS.